TENDERETE DE FIN DE AÑO




En el agreste marco de la montaña de Guía, rodeados de impresionantes vistas a las vegas que circundan las localidades de Guía y Gáldar, tuvo lugar el encuentro de socios y amigos del Club del Perro de Presa Canario de Las Palmas. Utilizando las dependencias de la Asociación de Vecinos de la Montaña de Guía, que gentilmente nos cedió toda la infraestructura solicitada, la plaza de dicha vecindad fue el emplazamiento idóneo para celebrar el tenderete programado como despedida del año 2008.
La Asociación de Vecinos se volcó en atenciones con el Club, recibiendo la visita de su Presidente que compartió con nosotros un rato de jolgorio y ofreció toda su colaboración al evento.
El rudo invierno que estamos viviendo no fue impedimento alguno para las ganas de divertimento que afloraban en los perreros y el frío, en lugar de disuadir, sirvió de acicate para entrarle al vino y a las viandas con más ánimo. Félix, para quien no existe accidente geográfico que se le resista, se encargó de la infraestructura castrense adecuando el lugar con elementos imprescindibles de cualquier campaña militar. El imparable Carmelo se encargó de localizar el afamado cochino de crianza biológica (y no transgénica) que produjo las suculentas chuletas y costillares que los cinófilos depredadores hicieron desaparecer por arte de magia. Pancho, haciendo honor a su prestigio charcutero diseccionó con maestría los cuartos del desventurado cochino, difuminando su anatomía en pequeñas unidades, tacos y recortes fácilmente asimilables por la insaciable barbacoa. Jóse y Clemente hicieron la compra y mientras el segundo controlaba el gasto, el primero lanzaba piropos a las dependientas con ánimo de rebaja en los precios. Ismael aportó la logística cargando con cocinillas, cubertería, calderos, planchas y demás utensilios imprescindibles, además de un alioli de berros que quitaba el hipo. Jesús y David organizaron las mesas y tanto picaban queso como aderezaban ensaladas cuando los vaivenes del vaso les permitían realizar otras tareas. Pedro Sarmiento y Pancho localizaron los quesos más representativos de las medianías para su cata. David y su padre, Jesús, se interesaron fervientemente por los antecedentes genealógicos del cochino, investigando hasta la saciedad los componentes organolépticos de su carne. Sergio arrastró con los limones más frescos que localizó, encargados en su Valleseco del alma para tan sonada ocasión. David Sedán abandonó compromisos ineludibles de carácter familiar para venir a saludar al suido anfitrión, eso sí, previo paso por la parrilla. Chano Grimón comprobó en sus carnes el gélido invierno de la zona Norte, aunque atenuado con Ron Carta Blanca por vía intravenosa. Víctor atracó cerca de la barbacoa para combatir el frescor invernal de una forma más práctica. Eduardo e Iván casi se pierden el agasajo, pero lograron llegar a tiempo de probar el infortunado cochino. Un poco más tarde habría sido imposible tal proeza dada la voracidad de los asistentes. Ángel hizo gala de sus dotes como presentador televisivo realizando varias conexiones telefónicas en directo, en las que relacionó a Marcos con afamados criadores en activo y... ¡oh cielos! también con sus hijas. Marcos tabién se lució con el mojo y un zumo que nadie se atrevió a probar por decencia, más que nada.
Entre bromas, brindis y buenos deseos para el año entrante, se despidieron los colegas para retornar a sus puntos de destino diseminados por toda la Isla. No sin antes recibir la visita de un sorprendente Dogo Argentino que apunta volúmenes y buenas maneras.
Desde nuestra esfera, solo nos queda felicitar a todos los participantes –que se lo pasaron pipa- y agradecer a la gente que colaboró en el evento –que fue mucha- su cooperación. A la Asociación de Vecinos le enviamos nuestro agradecimiento y la amenaza de volver en fechas venideras a turbar la tranquilidad del lugar con nuestra presencia. La juerga se prolongó hasta altas horas de la noche, quedando un retén de vigilancia por si aparecía algún conato de incendio tras la marcha de los aguerridos parranderos. El comando estuvo integrado por Pedro, Jesús y David.

Las fotos del incidente y de todos los sospechosos implicados en la desaparición del cochino se encuentran en la galería de nuestra página webb.
NOTA: Algunas de las fotos han sido censuradas por el webmáster (Pedro Sarmiento), por decoro.

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