El pasado fin de semana se celebró en Gáldar el primer curso para figurantes y trazadores nacionales de R.C.I. dirigido por el especialista canino Antonio Martel Mañes e impartido por Agustín Jurado -en la fase de figurancia- y el propio Antonio Martel, en lo referido a trazamiento.
Entre los días 16, 17 y 18 de julio tuvo lugar en la "Villa Hermanos Monzón" de Gáldar, el estudio para figurantes y trazadores del Reglamento de Concurso Internacional (R.C.I.) promovido por el Instituto de Formación y Adiestramiento Canino, autorizado por el Club Español del Pastor Belga y realizado con la colaboración del Excmo. Ayuntamiento de la ciudad de Gáldar.
El curso se dividió en una primera fase teórica, impartida en la tarde del Viernes, a la que siguió la parte pràctica, desarrollada en las instalaciones del campo de fútbol 7 ubicado en La Montaña de Gáldar y en la Finca agrícola de Llano Alegre, durante el sábado y domingo siguientes. Los escenarios elegidos resultaron totalmente acertados, dadas las características del recinto deportivo -situado en una antigua y aislada cantera adaptada a fines deportivos- y del campo de trazado, localizado en una extensa finca del muncipio guiense, cuyas condiciones la hacían idónea para el trabajo a desarrollar.
La especialidad de figurancia fué transmitida por un formador de lujo, el veterano especialista Agustín Jurado, que iniciaba con este curso su labor educativa en Gran Canaria, mientras que la disciplina de formar trazadores recayó en Antonio Martel, avezado conocedor procedente de la no menos célebre escuela de Antonio Rodríguez Aparicio.
La dinámica del curso absorbió la atención de los participantes que disfrutaron de las experiencias transmitidas por un figurante con veinte campeonatos nacionales sobre sus espaldas, así como la veteranía en el trazado de pistas para rastreo de un experto como Antonio Martel.
Tanto los contenidos didácticos, como la presentación de las materias, las prácticas de campo y la atención del personal de la Villa Monzón, resultaron del agrado de los participantes, que aprovecharon al máximo el apretado programa de formación.
El aislamiento insular, además de constituir un hándícap para los isleños, en cuanto al acceso a una formación superior se refiere, también supone un reducto donde las cosas evolucionan independientemente del continente. Así, supuso toda una sorpresa para Agustín Jurado comprobar que perros criados por él y desechados en su momento, alcanzaron en el Archipiélago niveles de trabajo impensables para el propio criador.
El curso tuvo su broche de oro con el examen de los aspirantes a figurantes-trazadores, que vieron colmadas sus espectativas con el desarrollo de este pionero curso, alcanzando el título que les avala como especialistas en la materia y les faculta para la práctica a nivel nacional.
Con la entrega de recuerdos y distinciones a las entidades participantes se cerró un curso que dejó buen sabor de boca a todos los participantes.
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