LA DIRECCIÓN GENERAL DE GANADERÍA PRETENDE MODIFICAR LA HISTÓRICA DENOMINACIÓN DE LA RAZA PERRO DE PRESA CANARIO
El
pasado 23 de noviembre publicaba el Boletín Oficial de Canarias una resolución
de la Dirección
General de Ganadería por la cual se equiparaba la
denominación Presa Canario con Dogo Canario. Dicha acción supone una aberración
histórica y sociocultural, puesto que no existe una sola referencia a semejante
sinonimia en toda la historia de nuestra emblemática raza canina.
Desde
el siglo XVI se cita a estos perros en los cedularios de los Cabildos con su
denominación actual: perro de presa, tal y como recoge el Real Decreto 558/2001
de 25 de mayo, en el que se publica el patrón oficial aprobado por el Comité de
Razas de Ganado de España (RD 1682/1987 de 7 de noviembre), dependiente del
Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, única entidad autorizada para el
reconocimiento de las razas autóctonas en España, y así se ratifica en el Real
Decreto 1557/2005 de 23 de diciembre, que reitera la denominación original de
la raza.
La
resolución se adopta a petición del que fuera presidente de una asociación de
criadores tinerfeña, basándose en el antojo de una entidad de índole privado,
cual es la
Federación Cinológica Internacional, cuya oficialidad no
ampara siquiera el propio Gobierno Belga, obedeciendo a criterios meramente
corporativos y de índole comercial. Así se pretende modificar la historia de
esta raza canina patrimonio de todos los canarios, añadiéndole una denominación
extraña, artificiosa, ajena a su historia y totalmente desconocida para los
auténticos propietarios de esta variedad canina, los ciudadanos y ciudadanas de
Canarias.
Pero
además, esta resolución atenta directamente contra la Ley 7/1991 de 3 de abril,
aprobada por el Parlamento de Canarias, que a propuesta del Cabildo de Gran
Canaria designó como símbolo animal de la Isla de Gran Canaria al perro de presa canario,
con la misma denominación y que asigna al propio Gobierno de Canarias y al
Cabildo de nuestra Isla la protección y difusión de dicho emblema.
Ni
los estudios y referencias históricas que se remontan al siglo XVI, ni los
trabajos científicos que han venido realizándose en las Islas desde el año
1982, ni la bibliografía especializada en esta raza, que cuenta con varios
libros monográficos editados sobre el particular, recogen en ningún momento
semejante dislate, refiriéndose siempre y en todo momento a nuestra raza
emblemática con su denominación histórica: perro de presa canario.
De
prosperar la resolución de la
Consejería de Ganadería del Gobierno de Canarias se daría la
paradoja de que una entidad de índole privado impondría sus particulares
criterios corporativos a todo un Gobierno de Canarias, al Cabildo de Gran
Canaria, titular de este símbolo insular y a toda la sociedad canaria,
pretendiendo modificar la historia de esta raza cuyos orígenes en el
Archipiélago se remontan al siglo XVI. Dándose, así mismo, la incoherencia de
que aquellas Instituciones facultadas para velar por la conservación, el
respeto y fidelidad a su historia promuevan una falsedad que altera y amenaza
su preservación.
Ante
este disparate político administrativo el Club del Perro de Presa Canario de
Las Palmas recurrirá en alzada ante el Viceconsejero de Agricultura y Ganadería
dicha resolución, insta a las Administraciones implicadas a dejar de lado los
intereses particulares de ciertas entidades privadas que nada tienen que ver
con ni con la utilidad ni con el interés público, la historia y la realidad del
patrimonio canino de Canarias y anima a los aficionados, criadores y ciudadanos preocupados por nuestra
cultura tradicional, a oponerse a la medida en bien de nuestra raza señera: el genuino
perro de presa canario.
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